El método bielsista gana partidos. Anoche en La Ciudadela, Diego Flores puso en práctica lo aprendido por su mentor, le salió a la perfección y además Nahuel Banegas le aportó el broche de oro a esa estrategia, con un estupendo gol de cabeza. La jornada fue redonda para San Martín de Tucumán y para entender el renovado planteo del DT debemos ir por partes.
La semana previa al partido con Gimnasia de Jujuy, Flores no titubeo al hablar sobre el equipo, y si bien había asegurado que ya lo tenía definido, sorprendió bastante con los nombres; no así con el esquema. A pesar de la llamativa ausencia de Gonzalo Rodríguez, el técnico cordobés volvió a apostar al 4-3-3, esta vez, con Mauro Verón e Iván Molinas como extremos.
El “santo”, como nos tiene acostumbrados de local, propuso desde el arranque, pero esta vez, con las características que tienen los equipos del actual entrenador de Uruguay.
Una de ellas es la salida limpia desde el fondo con pelota dominada. Esto con la clara intención de generar superioridad numérica desde el momento uno. El ex DT de Newell´s explicó que los ataques respaldados hasta con siete futbolistas pisando el área rival y ensanchando la cancha, son jugadas claves para abrir el marcador. Por ese motivo, Flores repitió la estrategia de su maestro.
Tiago Peñalba (que se asoció de gran manera con Juan Cuevas, quien disputó el partido como si defendiera la “rojiblanca” desde hace tiempo) y Banegas -autor del único gol del partido- se mostraron como una opción en el ataque de Bolívar y Pellegrini. Tan evidenciado quedó ese estilo, que por momentos la defensa pasó a una línea de tres con Juan Orellana, Agustín Dattola y la colaboración de Gustavo Abregú. Sin embargo, quienes no supieron aprovechar esas subidas de los laterales fueron Verón y Molinas.
Con un 3-1-3-3 en varios transcursos del partido, Peñalba oficiaba de mediocampista y cuando debía defender se ubicaba como un central más. A pesar de ese riesgo, el equipo jamás quedó mal parado.
Otra de la característica “bielsista” es ubicar al volante como un zaguero más. Esa tarea fue designada para Abregú, quien contuvo a Luis Miguel Rodríguez y sus “picardías”.
Por último, otro de los métodos bielsistas que se apoderó de la noche fue la pelota parada. El refrán dice que abre partidos y Flores no dudó en utilizar esa arma. Tras un córner de Molinas, Banegas se elevó por los aires y venció a Alan Sosa para el 1 a 0.
Chiozza y Córdoba ingresaron en la visita para dominar la mitad de la cancha, pero no hubo caso. Al frente estaba “Traductor”, el ex ayudante de Bielsa o cómo quieran llamarle. Flores aprobó en su debut y dejó un aviso de lo que puede brindar la nueva versión de San Martín 2024.